El proceso de maduración
Los plátanos pueden madurar separadas del árbol gracias a un simple contacto con etileno exógeno (presente en el aire). En la fase de cosecha, posee la capacidad de sintetizarla de manera auto-calítico.
Aunque es verde, el fruto sigue siendo frágil.
Su paso por las cámaras de maduración permite así reproducir artificialmente el proceso de maduración natural. Durante 5 días, el plátano se mantiene a una temperatura y una ventilación controladas y un grado de humedad préservado. El control de estos parámetros es efectuado de manera informática con sensores. El amidón del plátano se transforma lentamente en azúcar y la clorofila desaparece poco a poco de la piel de la fruta. Entonces, el color podrá variar del verde al amarillo en función de la coloración solicitada por el cliente.
Este proceso requiere todos los conocimientos técnicos del profesional para revelar el sabor de la fruta y obtener plátanos con pulpa sabrosa.
Además, la calidad del proceso de maduración garantiza una vida útil óptima para el producto.